domingo, 26 de agosto de 2012

TODOS SOMOS RESPONSABLES...

A río revuelto, ganancia de pescadores. Ese es el dicho y, como todos los dichos populares, acaba por tener más razón que un santo.

Con cifras absolutamente falsas, como los supuestos 485.000 cargos políticos existentes en todo el Estado, y argumentaciones fraudulentas, como las que equiparan a todas las personas que en este pais hacen política con conocidos casos de corrupción y malversación de fondos públicos, los grupos de opinión al servicio de los dos grandes partidos nacionales, PP y PSOE, han iniciado un camino que marca un sólo objetivo a conseguir: limitar la representatividad de las minorías y garantizar la alternancia en el poder de ambos partidos y en consecuencia, su supervivencia económica y la de los poderes fácticos a los que representan.

Este estado de opinión ha sido creado para allanar el camino a iniciativas como la presentada por el PP a nivel nacional, y que es apoyada por el PSOE, proponiendo la reducción de concejales y parlamentarios autonómicos en aras de un supuesto ahorro económico que no es tal, y que supone un ataque directo a nuestro sistema de representación y un paso más en el ansiado bipartidismo que ambas formacíones nacionales ansían.

PP y PSOE tienen, los unos de populares y los otros de socialistas, el nombre y poco más. Ambos partidos no representan los intereses de los ciudadanos que les votan sino los de las oligarquías empresariales y sociales a las que pertenecen sus dirigentes a nivel nacional, o simples intereses particulares de zona o locales, a niveles mas terrenales.

Sus decisiones favorecen claramente a unos pocos y perjudican directamente a la mayoría de la población de este país que, de forma inexplicable, renueva su confianza en ellos cada cuatro años, en un ejercicio de conformismo social dificil de encajar con sus quejas y protestas. Impera el "voto útil", que demuestra su inutilidad una y otra vez, lastrando el desarrollo del país en aras de unas siglas que dejaron de significar algo hace ya mucho tiempo.

De la ideología mejor ni hablamos. Ni PP ni PSOE tienen nada que ver con sus homólogos europeos, a los que tanto admiran y con los que dicen compartir principios. Ni el PP es un partido cristianodemócrata al uso, ni el PSOE una formación socialdemócrata semejante al Partido Socialista francés o al Partido Laborista británico. Ambos son la representación mas lamentable del clientelismo, el caciquismo y el enchufismo político imperante en Aragón y en el resto del Estado desde tiempos inmemoriales.

Los dos, como el buen perro del hortelano, ni comen ni dejan. Otro dicho popular que termina por ser cierto. Del PAR hablaremos otro día.

Unos y otros hacen justo lo que se espera que hagan. Somos nosotros, con nuestros votos y nuestro conformismo, los que lo consentimos.