martes, 10 de abril de 2012


EL SAQUEO DEL ESTADO

I.- La situación actual

Talavera de la Reina, provincia de Toledo, es una ciudad de paso demasiado lejos de Madrid para ser ciudad dormitorio y lo suficiente como para ser, todavía hoy, un centro comercial y de servicios de primera magnitud para su zona de influencia. Es, además, la ciudad mas grande de Castilla la Mancha, con unos 100000 habitantes.

Comercio, servicios, un sector funcionarial en alza y algo de industria de la confección y de la cerámica, conforman su tejido productivo y la forma de sus habitantes de ganarse la vida. O lo conformaban.

Semana Santa de 2012. Paseando por el centro de la ciudad, el paisaje es desolador. 2 de cada 3 comercios de la ciudad han echado el cierre en los últimos dos años. Tiendas de todo tipo, centros de servicios, bares y restaurantes. Grandes o pequeños, de toda la vida o nuevos. Comercio tradicional o franquicias. No importa. Nada garantiza la supervivencia. Estabilidad cero.

La cerámica desaparece. El proceso creativo es sustituido por talleres que abaratan costes a base de copiar una y otra vez modelos anticuados y de baja calidad, supuestamente para intentar alcanzar anteriores cuotas de mercado a base de bajar los precios. Competitividad a la española. Los grandes ceramistas desaparecen o están directamente en el paro, forzados a trabajar como mano de obra barata haciendo moldes o pintando monstruosidades. Creatividad cero. Innovación cero.

En los talleres de confección la cosa no mejora. Centros de trabajo semiclandestinos donde la mitad de las plantillas no tienen contrato y soportan condiciones laborales inimaginables. Vejaciones e insultos, gritos, presión y exigencia de producción sin nada a cambio. Sueldos miserables. Mano de obra sin cualificar, barata y sumisa, que no protesta y que es fácilmente sustituible. Inversión en personal cero. Calidad cero.

Cambiemos la ciudad y los sectores productivos y estaremos hablando de cualquier ciudad española. Introduzcamos la variable despoblación y abandono estatal, el inmovilismo empresarial y la falta de espíritu competitivo, y estaremos hablando de Aragón.

Los mismos esquemas se reproducen a lo largo y ancho de la geografía del Estado y de nuestro país.

¿Cómo hemos llegado a esto?